Quizá sea ésta otra de estas sagas que se empiezan y, de las que no sabes cúantas partes acabará teniendo... quizá mejor así, quizá ése sea otro cuento...
Empezamos éste en Segovia, ciudad declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y en concreto, por uno de sus emblemas, el Alcázar. Entre los ríos Eresma y Clamores y, que según cuentas las crónicas datan sus orígenes en el siglo XII (para más información consulten una enciclopedia de esas que ya casi no quedan y, si no queda más remedio, una virtual).
Empezamos éste en Segovia, ciudad declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y en concreto, por uno de sus emblemas, el Alcázar. Entre los ríos Eresma y Clamores y, que según cuentas las crónicas datan sus orígenes en el siglo XII (para más información consulten una enciclopedia de esas que ya casi no quedan y, si no queda más remedio, una virtual).
A un barco varado en ciudad sin mar
Alejado de la pétrea huella romana
por calles empedradas donde resuena la historia
los inciertos pasos de mi vida
me llevaron a escuchar
el imposible concierto callejero
de un piano viejo y solitario
estancado en la Plaza Mayor
Ante la dama de las catedrales
su estirado y gótico rumor
dibujó mi camino
para adentrarme en un paisaje
que, desde entonces jamás olvidaré
Caminé por el portón de San Andrés
hasta el jardín de los poetas
y una vez allí
intenté descifrar si todo aquello era real
o sólo una parte de un poema
forjado en lejano lugar o en pupila enamorada
Finalmente me detuve a escuchar
las voces de los más sabios
y ocupé mi lugar
El atardecer llegó insolente
derramado por la cuesta de San Juan
De la cruz la sombra el río descansó
y por respeto calló
ante la majestuosa estampa del Alcázar
Aquí, desde el barrio de San Marcos
mientras el ocaso descarna la ciudad
un barco nacido de un sueño antiguo
persiste varado entre dos ríos, en un paisaje sin mar
que cada noche resucita
bajo una luna lejana y una fábula medieval.
(Marcos Callau)