En uno de esos paseos, que cualquiera podemos hacer por nuestras ciudades, nos podemos encontrar con momentos mágicos como éste. Reflejos, en una de las iglesias, la de San Juan de los Panetes, con su torre octogonal inclinada y junto al Torreón de la Zuda, situado a su izquierda y, la fuente de la Hispanidad, la que le proporciona esos reflejos, a su derecha. A continuación, la Plaza de las Catedrales en la que se encuentran la Basílica del Pilar y la Catedral de la Seo (que ya hemos visto y, seguiremos viendo en diferentes entradas).
Preciosos. No descarto componerte un poema para estas fotografías porque son muy inspiradoras.
ResponderEliminarMe encantan esos reflejos misteriosos. Le dan un toque onírico, como de ensueño.
ResponderEliminarFué perfecto llevar la cámara en ese momento...
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